¿Por qué trabajar?
Dorothy Sayers
En una ocasión previa ya he hablado con cierta extensión sobre el trabajo y la vocación. A lo que ahí instaba era una completa revolución en nuestra actitud respecto al trabajo. Afirmaba que tenía que ser considerado no como algo fastidioso a ser experimentado con el propósito de hacer dinero, sino como un modo de vida en el que la naturaleza del hombre debería encontrar su apropiado ejercicio y placer, y así deleitarse para la gloria de Dios. Afirmaba, en efecto, que debería ser considerado como una actividad creativa asumida por amor al trabajo en sí mismo, y que el hombre, creado a la imagen de Dios, debería crear cosas, así como Dios las crea, por el beneficio de hacer bien algo que es digno de hacerse.