La integridad hay que alimentarla, cuidarla para que no se pierda. Se puede empezar bien, pero se puede acabar muy mal.
Dos formas para estimular la integridad:
a. Poner la mirada en Jesús: Ver a Cristo en todo lo que hacemos. Él es nuestro modelo supremo de integridad.
b. La Palabra de Cristo: Hay una relación muy estrecha entre la integridad y la Palabra de Dios.
Sobre Pablo Martínez
Pablo es Médico psiquiatra y ejerce en el Hospital Evangélico en Barcelona. Además de su actividad profesional como psiquiatra y terapeuta, desarrolla un amplio ministerio internacional como consejero, en especial entre médicos y estudiantes universitarios. Ha sido conferenciante invitado en más de 25 países de Europa y América. Es presidente Honorario de los Grupos Bíblicos Universitarios, fue presidente de la Alianza Evangélica Española y vicepresidente de la Asociación Mundial de Médicos Cristianos (ICMDA). Ha enseñado Psicología Pastoral en diversas instituciones docentes y es autor de numerosos artículos y varios libros.